Propiedades de la equinácea

Echinacea es un género botánico, perteneciente a la familia Asteraceae, que consta de nueve especies, originarias de las cálidas praderas de América del Norte, siendo una de las plantas más utilizadas a nivel mundial con fines medicinales.

Los indios americanos fueron los primeros en usarlos, dándose a conocer a los botánicos europeos en 1690. Las tres especies más buscadas en los Estados Unidos y Europa se están introduciendo en otras regiones debido a su creciente popularidad como productos naturales son Echinacea angustifolia, Echinacea pallida y Echinacea purpúrea.

Los extractos de equinácea se pueden obtener de las raíces y partes aéreas de las plantas: E. angustifolia y E. purpurea.

Constituyentes de la equinácea

Las principales sustancias de la Echinacea son compuestos fenólicos como el ácido cafeico, las alcamidas (echinaceína) y los polisacáridos de alto peso molecular (como el arabinogalactano y los fucogalactoxiloglucanos).

Entre los derivados del ácido cafeico existen varios compuestos, especialmente los equinacósidos y el ácido de achicoria.

Además de estas sustancias, la equinácea también se compone de aceites esenciales (que incluyen humuleno y cariofileno), inulina, betaína, resinas, compuestos flavonoides, glicoproteínas, ésteres sesquiterpénicos (equinadiol, epoxi-equinadiol, equinax-antol y dihidroxinardol), fitoesteroles y vitamina C.

La equinácea tiene una amplia gama de sustancias con efecto fisiológico. Además de actuar como coadyuvante en gripes, resfriados e infecciones de las vías respiratorias (bronquitis) reduciendo la duración y/o gravedad de los síntomas (dolor de garganta, tos y fiebre), también ha demostrado ser muy eficaz en situaciones inflamatorias. La equinácea también se usa en infecciones de la piel y herpes. Como la planta es capaz de aumentar la capacidad de respuesta del sistema inmunitario, se recomienda para todo tipo de infecciones virales, bacterianas y fúngicas, ya que aporta una mayor producción de anticuerpos y leucocitos (glóbulos blancos).

Propiedades del extracto de equinácea

Hay cientos de estudios científicos que indican que la equinácea puede ayudar a respaldar la función inmunológica. La equinácea parece actuar como inmunoestimulante por varios mecanismos:

Estimulación de la fagocitosis, liberación de citocinas e inhibición de la actividad hialuronidasa.
Crecimiento de la producción de leucocitos, estimulación de la activación de macrófagos, células asesinas naturales y linfocitos T
Aumento de la producción y liberación de diversos compuestos que potencian la respuesta inmunitaria (como interferón, factor de necrosis tumoral y citoquinas, entre otros)
Aumento de la migración de leucocitos a las áreas de infección y niveles reducidos de hialuronidasa, una sustancia que permite que la infección se propague.
El ácido hialurónico es uno de los principales mecanismos de defensa del organismo, de aspecto gelatinoso, se encuentra entre las células de los tejidos, actuando como protector de la integridad celular.

Cuando los niveles de hialuronidasa son altos, esta enzima rompe la estructura del ácido hialurónico, que rápidamente pierde viscosidad y deja de actuar como una capa protectora de las células, lo que puede comprometer la función inmunológica. Se ha demostrado que el uso de Echinacea previene la disolución del ácido hialurónico por esta enzima.

Actualmente, es considerado por la medicina occidental como uno de los desintoxicantes más efectivos para los sistemas circulatorio, linfático y respiratorio. Es un excelente tónico linfático, particularmente útil en los casos en que las glándulas están inflamadas.

Además, existen estudios científicos que avalan el uso de la Echinacea como agente depurativo que tiende a limpiar y depurar la sangre, combatiendo posibles contaminantes sanguíneos (microorganismos patógenos).

Estudios clínicos

Según un estudio realizado en la Universidad de Connecticut, en Estados Unidos, publicado en la revista científica The Lancet Infectious Diseases, que implicó el cruce estadístico de datos resultantes de 14 estudios clínicos diferentes, involucrando a 1600 pacientes de diferentes países, que fueron administró extracto de Echinacea, revelando que su consumo puede reducir la probabilidad de desarrollar resfriados y gripe en un 58%. El mismo estudio, dirigido por Craig Coleman, también indica que en caso de que la infección ya se haya contraído, la Echinacea es bastante eficaz para reducir la duración media de los síntomas (de los 5 días normales a 1,4 días). Esto ha puesto de relieve las principales razones por las que los extractos de equinácea se consideran los de elección en la prevención de la gripe.

Los estudios in vitro encontraron que el jugo fresco de las partes aéreas de Echinacea purpurea y los extractos acuosos de las raíces inhibían el virus de la influenza, las infecciones por el virus del herpes y el virus de la estomatitis vesicular. Según los ensayos clínicos, la equinácea puede reducir el crecimiento de Trishomonas vaginallis y disminuir la recurrencia de infecciones por Candida albicans.